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El argentino Santiago Mitre dirige este drama político a con Ricardo Darín, Dolores Fonzi, Erica Rivas o la española Elena Anaya.
El presidente argentino asiste a una cumbre latinoamericana que se celebra en la cordillera chilena y en la que se va a decidir formar una organización de países productores de petróleo sudamericanos. Paralelamente, su hija atraviesa una crisis y se une a él.
Es un salto hacia delante de su director que, hasta ahora, había rodado filmes independientes muy modestos como Paulina o El estudiante.
En esta ocasión cuenta con un presupuesto holgado y un reparto internacional en el que figuran, además de actores argentinos la española Elena Anaya, el mexicano Daniel Giménez Cacho (Profundo carmesí), el chileno Alfredo Castro (El club) o el norteamericano Christian Slater (Amor a quemarropa o la serie Mr. Robot).
Recuerda vagamente a la reciente Las confesiones en la que también durante una cumbre política se produce un suceso que lo altera todo.
Habla de la corrupción de la política y de cómo esos personajes acaban por buscar su propio beneficio más que el de sus compatriotas.
¿No os parece que Darín es ideal para interpretar a un presidente argentino?
Hay una trama secundaria que conecta con la hipnosis al estilo del Recuerda hitchcockiano y que me parece más prescindible y gratuito.
El filme se ocupa de esa reunión política pero parece que se olvida de ella durante un rato para centrarse en la relación padre-hija, tema que retoma hacia el final.
Ofrece la posibilidad de escuchar unas pocas frases de Christian Slater en castellano y a Darín en inglés (se le nota un poco forzado al pobre).