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Comedia romántica francesa dirigida por Stéphane Robelin (¿Y si vivimos todos juntos?) protagonizada por el veterano Pierre Richard (El gran rubio con un zapato negro, El chef enamorado) junto a los jóvenes Yaniss Lespert (visto en El nombre) y Fanny Valette (Las aventuras amorosas del joven Moliére).
Un joven escritor sin trabajo accede a dar clases de informática al abuelo de su novia, un hombre que permanece encerrado en su domicilio desde que enviudó. El anciano descubrirá Internet y las páginas de citas.
Es una comedia romántica de enredo muy simpática, amable y tierna de la que es mejor saber lo menos posible.
Es ingeniosa, dulce y elegante.
Tiene un guion muy bien escrito y, si bien no provoca muchas carcajadas, si que se ve siempre con una sonrisa y hasta tiene momentos de lagrimita.
Su principal virtud es que nunca sabes qué va a pasar a continuación.
Destaca la recuperación de Pierre Richard, toda una estrella en los 80 con El gran rubio con un zapato negro y compañero de Gérard Dépardieu en comedias como Dos fugitivos o Los compadres.
El director, Stéphane Robelin, insiste en las comedias agridulces sobre la tercera edad como ya hiciera en ¿Y si vivimos todos juntos?
Lo más flojo y tópico son los gags a costa de la difícil adaptación de los ancianos a la era del ordenador.
Su título original (Un profil pour deux, Un perfil para dos) deja más claro el tema del filme aunque quizás es demasiado explícito; el castellano es más ambiguo pero también menos atractivo.