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El finlandés Aki Kaurismaki (Un hombre sin pasado, El Havre) dirige esta comedia protagonizada por Sherwan Haji, Sakari Kousmanen e Ilkka Koivula.
Un refugiado sirio llega a Finlandia como polizón en un barco. Allí pedirá asilo político y conocerá a un antiguo vendedor de ropa que ha emprendido una nueva aventura profesional como dueño de un restaurante.
Pese a tratarse, argumentalmente, de un drama, el realizador incorpora continuamente gotas humorísticas muy peculiares, que hacen sonreír al espectador. Son gags deudores de Chaplin o Keaton, con pocas palabras y casi mudos, que dejan un poso de tristeza.
También interrumpe la trama con canciones interpretadas por músicos callejeros o en un local.
Transcurre a un ritmo lento, el mismo con el que hablan los personajes pero, pese a ello, la película no resulta aburrida.
Muestra paisajes tan fríos como las reacciones de los protagonistas. Finlandia is different.
Denuncia con una sonrisa la actitud europea frente a los refugiados.
También critica el racismo de parte de la sociedad, así como el caos de la burocracia finlandesa.
Frente a ello, el cineasta propone una solución: la solidaridad entre la gente humilde.
Es una película pequeñita pero con alma que obtuvo el premio al mejor director en el último Festival de Berlín.