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Comedia dramática y musical francesa de Eric Lartigau protagonizada por Karin Viard, François Damiens (La delicadeza), la debutante Louane Emera y Eric Elmosnino (Gainsbourg).
La vida de una familia de granjeros sordomudos cambia cuando su hija, la única que puede hablar, descubre que tiene una gran voz y su maestro insiste en que se presente a unas pruebas para estudiar canto en París. Sus padres han decidido presentarse a las elecciones municipales para evitar los abusos del alcalde y la chica es su principal arma para comunicarse con los demás.
La protagonista, Louane Emera, fue descubierta en la versión francesa del concurso La Voz. Aunque solo llegó a las semifinales consiguió este personaje que le valió varios premios, entre ellos, el César a la mejor actriz revelación.
Resulta impresionante el trabajo que han tenido que hacer los actores para poder comunicarse en lengua de signos y fingir tener esta discapacidad.
Los números musicales son brillantes, en especial, la manera de mostrar cómo los padres pueden emocionarse escuchando a la hija sin, lógicamente, poder escucharla.
La parte musical es un homenaje al compositor y cantante francés Michel Sardou, cuyas suenan continuamente en el filme, sobre todo, Je vais t’aimer.
Muestra el contraste entre la humilde vida de unos granjeros y el talento de su hija, algo así como un Billy Elliot femenino.
La visión de los políticos y su mundo resulta sumamente irónica.
Imprescindible quedarse a los créditos finales para saber qué les depara en el futuro a los personajes.
En Francia ha reventado taquillas y aquí podría ser un éxito sorpresa de la temporada tipo Los chicos del coro.